Viudo de Yrma Lydya asegura que él no la mató y revela que se encontraron en el restaurant para firmar divorcio
Yrma Lydya era una cantante de 21 años, casada con un hombre de casi 80 años
Fue el pasado fin de semana que se conoció que la cantante mexicana Yrma Lydya perdió la vida supuestamente en manos de su esposo, Jesús Hernández Alcocer, en un restaurant japonés en la ciudad de México, generando revuelo en las redes sociales e indignación entre sus fanáticos. Y, aunque varios testigos aseguraron que fue Hernández el culpable del homicidio, él indicó que no la mató a pesar que luego fue detenido junto a su escolta esa noche.
Según el diario El Universal, la pareja se encontró en el local de comida con el objetivo de firmar su divorcio. En el testimonio del abogado, quien actualmente se encuentra en prisión preventiva por cargos de feminicidio, expresó que fueron «personas extrañas» fueron los culpables del suceso y que buscaban «extorsionar» a la joven de 21 años.
Según el jefe de Policía de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, Lydya recibió tres disparos distribuidos en la cabeza y dos en el tórax. Además, también tiene en su poder el arma homicida que coinciden con las características del asesinato. Además, hay que resaltar que también se vio que la joven de 21 años escribió en el mantel de la mesa las palabras de «problemas de sangre», «diabetes», «deshonesto», «empezar todos los días», «el inicio», indicó.
La familia de Yrma Lydya se encuentra afectada por lo sucedido y en un mensaje en su cuenta de Instagram, pidieron privacidad al respecto. «Agradecemos las muestras de cariño hacia Yrma Lydya y nuestra familia. Por el momento no existirá ninguna declaración. Pedimos su comprensión y apoyo en estos momentos difíciles. Aprovechamos para informar que en la familia no hemos nombrado ningún portavoz, abogado o representante. Por este medio les iremos informando», escribieron en la red social.
Una fuente de nombre Gabriel, contó lo que había visto. “Primero se escuchó un golpe seco, sí parecía un disparo, pero como nadie se movió. Me llamó la atención que los comensales voltearon hacia la pecera, que es como un salón privado dentro del sitio. Posteriormente se escuchó otro golpe seco y como ya sabíamos de dónde venía el ruido, vimos que una chica estaba sentada y comenzó a mecer en círculos, estaba gravemente herida y el señor que estaba con ella se paró y con el arma que ya tenía en la mano le disparó en la cabeza y la chica quedó recostada en la silla”, dijo.
“El señor que agredió a la mujer fue auxiliado por otra persona, un pelón de lentes, que aparentemente venía con él (…) creímos que quizá se llevó el arma”.