Raúl Araiza revela cuál fue su momento más duro en rehabilitación
Raúl Araiza contó cuál fue el momento más difícil para él en el centro de rehabilitación
Raúl Araiza | Mezcalent
El presentador de televisión, Raúl Araiza, conversó con los medios de comunicación hace poco sobre una de sus luchas más fuertes como lo ha sido su adicción a las sustancias, entre ellas al alcohol. Esto en marco de su ausencia en el programa ‘Hoy’, donde ha sido parte desde hace varios años.
Como ha sido muy abierto en ese tema, admitió que el origen de sus problemas era por la ausencia paterna. “El vacío que yo tenía, ¿qué fue lo que me metí desesperado a buscar? Es ausencia, es abandono, abandono de padre“, expresó.
“Como decían adentro, la fantasía de todo adicto, de lo que sea, es buscar el reconocimiento del padre, ese padre que no me aplaudió, no me besó lo suficiente, me dio amor como él podía, mi padre fue un hombre sin amor, no sabía darlo él”, agregó. “Creo que eso es mi defecto más grande: la deshonestidad conmigo. Eso va acumulando muchas cosas y emocionalmente cada vez iba peor”.
“Yo pongo mis mejores caras y me decían en la clínica: ‘pones muchos personajes, pero ¿cuántos haces con tal de no enseñar al verdadero Raúl?’ Eso me dolió mucho, pero es una búsqueda que debo hacer “, dijo el integrante de ‘Miembros al Aire’. Asimismo, también mostró a las cámaras que se hizo un tatuaje para precisar su nuevo comienzo “8-08-2022”.
En otro encuentro con la prensa, aseguró que ha estado con el actor Pablo Montero en las clínicas de salud. “Esto es personal. Con Pablo [Montero] me llevó muy bien desde antes y también nos ha unido este puente. En algún momento, lo llevé a Monte [un centro de rehabilitación de adicciones] porque él pedía ayuda. Es un tema que él y yo hemos hablado mucho. Nunca hablo de otras personas, pero aquí creo que él sabe muy bien, igual que yo, que es lo que tenemos que hacer y que no. Todos sabemos aunque no tengas una enfermedad; sabemos muy bien cuando alguien actuó o actuamos de una forma, lo sé perfectamente bien. Lo que pasa es como me dicen ‘Raúl sé coherente y honesto conmigo’. Y él tiene que ser honesto con él”, expresó.
“Es una enfermedad de pérdidas, vas perdiendo, perdiendo, perdiendo y perdiendo por lo tanto, es fundamental reconocer a nivel personal que hay un problema con el exceso”, mencionó Araiza. “Ir a rehabilitación existe en todo el mundo; hay que querer no es para quien lo necesite, sino para quien lo quiere. Tienes que querer”.
“Tuve lapsos muy buenos, tuve siete años perfectos; luego lo dejé y luego me rompí la madre. Antes de volver a tomar, me fui a encerrar”, narró. “Hay que trabajarlo, pero si digo ojo, es otra vida cuando ya lo aceptas, lo entiendes, lo admites, es otra vida. No lo había abierto tanto porque siempre quise guardar, dentro de todo, un poquito de privacidad”.
