Coronación rey Carlos III: el emotivo momento cuando el príncipe William se arrodilla ante su padre
El príncipe William juró lealtad a su padre, el rey Carlos III, durante su histórica coronación en la Abadía de Westminster
El príncipe William besó en la mejilla a su padre, el rey Carlos III luego de rendirle juramento. Crédito: Yui Mok / POOL / AFP
La coronación del rey Carlos III finalmente se llevó a cabo luego de varios meses desde la muerte de la reina Isabel II. Con una tradicional ceremonia que constó de varias etapas, el monarca cumplió con el histórico evento de carácter religioso. Aunque estuvo lleno de importantes momentos, uno de los más emotivos fue cuando su hijo, el príncipe William, se arrodilló ante él para rendirle juramento.
Durante el servicio religioso que se realizó en la Abadía de Westminster y luego de que el Arzobispo de Canterbury le colocara la corona de San Eduardo al rey Carlos III, el príncipe William se levantó de su asiento en primera fila para arrodillarse ante su padre y rendirle un homenaje en el que juró lealtad.
«Yo, William, Príncipe de Gales, te juro mi lealtad y la fe y la verdad que te guardaré, como tu vasallo de vida y muerte. Con la ayuda de Dios», dijo el príncipe de Gales y segundo en la linea de sucesión al trono, mirando a su padre a los ojos.
Luego de sus palabras, tocó la corona con su mano derecha y le dio un beso al rey en su mejilla izquierda. «Gracias, Guillermo», le contestó el monarca.
Con este acto, el heredero al trono repitió aquel memorable juramento que le hizo el príncipe Felipe de Edimburgo a su entonces esposa, la reina Isabel II durante su coronación en 1953.
Cabe destacar que Guillermo de Inglaterra, hijo de la princesa Diana, es el único miembro de la familia real británica que ha podido realizar el homenaje de la sangre real, pues hace 70 años cuando se coronó la reina Isabell II, el rey Carlos III tenía tan solo cuatro años, una edad muy joven para cumplir con el tan importante ritual.
El príncipe Harry asiste a la coronación
A pesar de sus polémicas declaraciones en contra de la monarquía británica, el príncipe Harry decidió aceptar la invitación de su padre, el rey Carlos III de asistir a su histórico acto de coronación en Reino Unido.
Una de las grandes incertidumbres era el papel que tendría el hijo de la princesa Diana en la ceremonia. Harry llegó vestido de civil a la Abadía de Westminster acompañado de sus primas, la princesa Beatriz y Eugenia, hijas del duque de York.
El asiento asignado para él fue en la tercera fila, misma en la que estuvo sentado el príncipe Andrés, involucrado en el polémico caso del multimillonario Jeffrey Epstein.
Su participación no fue para nada protagónica, ni siquiera por ocupar la quinta posición en la linea de sucesión al trono. Desde su relegado lugar y tuvo que observar el solemne acto de su padre, el rey Carlos III, sin ningún rol especial. Ni siquiera cuando su hermano, el príncipe Guillermo se levantó de su asiento en primera fila para rendirle juramento de lealtad al monarca.
Luego de terminada la ceremonia, Harry se subió en solitario a la parte trasera de un auto con destino desconocido. Algunos medios de comunicación británicos aseguran que el duque de Sussex habría tomado un avión que lo regresaría de inmediato a Estados Unidos para estar presente en el cumpleaños de su hijo Archie, el cual coincidió con la coronación del rey.
