León XIV, el nuevo papa de la Iglesia Católica: ¿quién es y de dónde proviene?
El anuncio se hizo este jueves en medio de una gran expectativa mundial
El recién elegido Papa León XIV aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, el jueves 8 de mayo de 2025. (Foto AP/Andrew Medichini). Crédito: AP
En una jornada marcada por la expectación global, la Iglesia Católica tiene nuevo líder. Tras el deceso de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, el pasado 21 de abril de 2025, el cónclave cardenalicio ha culminado su labor.
La humareda blanca que emergió este jueves desde la Plaza de San Pedro en el Vaticano confirmó lo que miles de fieles aguardaban con fervor: en la cuarta votación, de la cual participaron 133 purpurados, Robert Francis Prevost fue elegido como el nuevo jerarca de la grey católica.
Este prelado de 69 años, oriundo de los Estados Unidos, ha decidido adoptar el nombre de León XIV. La elección, según analistas, sugiere una continuidad con el legado de Francisco, aunque también resuena con el peso histórico de este seudónimo en la tradición eclesiástica.
Sus antecesores portadores de este nombre asumieron roles protagónicos en épocas particularmente convulsas de la historia.
Sus orígenes
Robert Francis Prevost, ahora León XIV, marca un hito en la Iglesia Católica al convertirse en el segundo pontífice de origen americano. Sin embargo, a diferencia de su predecesor, Francisco, su cuna se encuentra en América del Norte.
Nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois, hijo de Mildred Martínez, con ascendencia española, y Louis Marius Prevost, de raíces francesas e italianas. Su núcleo familiar se completa con sus dos hermanos, Louis Martín y John Joseph.
Según detalla el Vaticano News, su camino en el ámbito religioso comenzó en el Seminario Menor de los Padres Agustinos, seguido por sus estudios en la Universidad de Villanova, Pensilvania, donde en 1977 obtuvo una licenciatura en matemáticas y filosofía.
Su destacada preparación académica se enriqueció con una maestría en Divinidad de la Catholic Theological Union en Chicago, así como una licenciatura y un doctorado en Derecho Canónico de la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma, cimentando una base intelectual y jurídica para su nuevo rol.
Perú, su segunda casa
La conexión del nuevo papa con el Perú es un capítulo fundamental en su trayectoria eclesiástica. En 1985, su vocación misionera lo llevó a tierras incas, donde su labor como vicario parroquial de la catedral y canciller de la Prelatura Territorial lo imbuyó de la cultura local hasta el punto de extender su evangelio y fomentar el surgimiento de nuevas vocaciones sacerdotales.
Tras un período de servicio en una provincia de Chicago, su arraigo con el Perú lo impulsó a regresar tres años después. Desde 1988, en Trujillo, dedicó una década a dirigir el seminario agustiniano y a impartir derecho canónico en el seminario diocesano, dejando una huella imborrable en la formación de futuros clérigos.
Su retorno a Chicago en 1999 marcó un nuevo liderazgo al asumir el cargo de Prior Provincial de su Provincia y, posteriormente, en 2001, el de Prior General de la Orden de San Agustín a nivel mundial. Esta significativa responsabilidad se extendió hasta 2013, cuando tras la llegada del Papa Francisco lo designó obispo titular de Sufar y administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo en 2015, sellando su reencuentro con el país que tanto marcó su vida.
No fue casualidad, entonces, que en la ceremonia de su elección como León XIV, Perú ocupara un lugar especial en sus primeras palabras. “Un saludo a todos aquellos, en modo particular, a mi querida Diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo”, expresó con emoción.
Es importante no dejar por fuera que el Papa lo llamó a Roma en 2023 para ser designado prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. En ese mismo año, lo promovió a arzobispo para luego convertirlo en cardenal, siéndole asignado el diaconado de Santa Mónica.
Discurso histórico
En su primer mensaje, tras ser ungido como sumo pontífice, dedicó sentidas palabras a su predecesor. Recordó con afecto la profunda devoción de Jorge Mario Bergoglio por la ciudad de Roma. Asimismo, elevó su voz en un llamado vehemente por un orden mundial más equitativo, donde la paz sea la premisa fundamental.
“Dios nos ama a todos y el mal no prevalecerá. Estamos todos en las manos de Dios, por lo tanto, avancemos de su mano. Cristo nos precede, y el mundo necesita de él para alcanzar a Dios y su amor. Debemos construir puentes a través del diálogo, para ser un solo pueblo en paz. Gracias al Papa Francisco”, expresó, mientras la multitud congregada le tributaba una calurosa ovación.
León XIV enfatizó su firme intención de colaborar estrechamente con hombres y mujeres fieles a Jesucristo, así como de continuar la crucial labor de formar a jóvenes fervorosos para la misión evangelizadora.
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