Amanda Miguel y su hija Ana Victoria recordaron entre lágrimas a Diego Verdaguer
Amanda Miguel no dejó de llorar, junto a su hija Ana Paula, al contar la historia de su fallecido esposo, Diego Verdaguer
La cantante argentina, Amanda Miguel, y su hija Ana Victoria se encuentran aún pasando el duelo de una de sus personas favoritas, Diego Verdaguer, quien murió hace más de un año por COVID-19. En una entrevista con el conductor mexicano, Yordi Rosado, aseguraron que cuando ocurrió su fallecimiento toda la familia estaba contagiada del virus.
“Nos empezamos a sentir mal. El primero que se sintió mal fue Luca, empezó con temperatura fuertísima y tenía 20 días, y le estaba dando pecho”, dijo. “Después yo me puse muy mal, después mi mamá empezó con la fiebre y después papá empezó también a ponerse mal, pero papá era el que estaba mejor de todos. Venía, nos atendía y me traía sopa. Estaba super preocupado”.
“Cuando parecía que todos íbamos a salir, él empezó a ponerse mal y mi mamá como que se empezó a preocupar y terminaron yendo al hospital porque la oxigenación estaba muy baja y nada, la historia que ya conocen”, dijo.“Yo le decía ‘dale viejo’. Yo ya salí, ahora sal, pero ya salte (y él me dijo) ‘no, yo ya voy a salir, espérame tranquila’. Yo lloraba, ‘no llores’ me decía, ‘ya voy a salir’. No salió”, expresó la cantante.
Su partida no fue fácil para la familia, porque tuvieron que ver los tratamientos no le afectaban en su estado de salud. “Yo sigo sin creerlo. Fue un duro golpe para nosotros, en todos los sentidos”, dijo.
A esto, Yordi Rosado no aguantó y también lloró con ellas, ya que el artista era de su admiración. “Brindo por los grandes 70 años que la vida nos lo regaló y por todo lo que hizo en 70 años, que fue muchísimo. Estoy seguro de que él está más cerca que nunca. Qué lindo que haya regalado tanto amor en 70 años”, comentó.
En otra conversación, Amanda Miguel aseguró que hubo un tiempo que quiso tener más hijos pero no fue posible. “Cuando yo quise tener más hijos se puso muy pesado el tema de la escuela, Ana ya no podía faltar más a la escuela y yo dije mi vida va a continuar así, yo ya había abandonado mi carrera cuando ella nació”, comentó. «Yo dejé mi carrera para estar tres años con mi hija, rechacé trabajo, era la época de gloria de mi carrera, tenía tanto trabajo, pero me iba llorando de la casa porque n ola quería dejar».
«Se me hizo difícil decir, voy a tener más hijos y cuando quise, empezaron los temas de la escuela, se puso pesado, me costó mucho regresar, en aquella época el embarazarte causaba en las compañías mucha discriminación, dijo.