Gaby Crassus aclaró que Rodrigo Mejía no falleció de depresión como se ha especulado
"Ya no lo vi consciente, estaba intubado, por lo mismo de que sus pulmones estaban muy dañados"
Rodrigo Mejía perdió la vida a los 45 años. | Instagram Rodrigo Mejía
Destrozada por el fallecimiento de su esposo Rodrigo Mejía, la presentadora de televisión Gaby Crassus reveló entre lágrimas estar “desecha” por la muerte de su esposo quien tuvo una dura batalla contra el Covid-19.
Según reveló Gaby Crassus a Ventaneando, su esposo no murió de depresión como diversos medios de comunicación han publicado, sino a consecuencia del Covid-19.
“Rodrigo no falleció de depresión. Lo único que pasó es que Rodrigo falleció por las secuelas que le dejó el Covid”, dijo.
Crassus también señaló que su esposo venció el Covid-19, sin embargo, sus pulmones quedaron muy afectados: “Él venció el Covid, lo que pasó (sic) es que el Covid (sic) le dañó mucho los pulmones. La neumonía, que fue la secuela, se complicó. Ya no lo vi consciente, estaba intubado, por lo mismo de que sus pulmones estaban muy dañados, pero sí estaba con él. Lo abracé y le tomé la mano porque eso fue lo que él pidió”.
La presentadora de televisión, quien se mantuvo de pie gracias al apoyo de su cuñado Salvador Mejía, dijo entre lágrimas estar pasando por uno de los momentos más complicados de su vida: “No tengo palabras, estoy deshecha. El 10 de febrero (mi mamá cumplió) tres meses de haberse ido y el 11 se fue Rodrigo, muy duro, solo Dios sabe”.
Sobre cómo han tomado sus hijos la noticia dijo que Mauro, el más pequeño, no entiende aún lo que está pasando “Le dije y se volteó a jugar”. Matías, quien tiene 6 años, es quien más lo ha sentido, pues a decir de Gaby “Era muy apegado a él, era su clon…”.
La presentadora confía en que Rodrigo la sabrá guiar para sacar adelante a su familia: “Sé que Rodrigo no me va a abandonar y me va a dar la fuerza y la entereza para sacar a esos niños adelante, para hacerlos unos hombres de bien”.
Rodrigo Mejía falleció el pasado 11 de febrero a los 45 años en un hospital de Mérida, Yucatán.
