Alejandro Fernández regresa al hogar de su padre ‘Los tres potrillos’
Alejandro Fernández está conmovido por la muerte de su padre, Vicente Fernández
El cantante de música mexicana, Alejandro Fernández, regresó al rancho ‘Los tres potrillos’, donde su padre Vicente Fernández estuvo hasta sus últimos días. Luego de más de una semana de su muerte, la dinastía Fernández aún encuentra la manera de seguir con su vida sin el patriarca de la familia.
Desde una publicación en su cuenta de Instagram, el intérprete de ‘Mátalas’ mostró que se encontraba en el rancho que por mucho tiempo fue el hogar de su progenitor. «Qué singular pareciera la vida. Venir al lugar en donde tantos atardeceres viste pasar y darme cuenta que nada ha pasado realmente», escribió en el carrusel de fotos.
«El camino, aunque largo y algunas veces turbulento, siempre nos trajo de vuelta a casa. Nuestra casa. Los perros aúllan y los caballos relinchan. Siguen escuchando tu voz en el viento. Haces falta. Que el mariachi no deje de sonar», añadió a su escrito.
Hay que recordar que Alejandro Fernández estuvo muy conmovido el día antes que muriera su padre y pidió al público presente en el concierto rezar por el ‘charro de Huentitán».
Como él, María del Refugio Abarcas -mejor conocida como Doña Cuquita- también regreso a su hogar luego de tanto tiempo pendiente de su esposo cuando estaba hospitalizado en la ciudad, ya que se estaba quedando en un apartamento. Así lo dio a conocer su nieto Alex Fernández a los medios de comunicación.
«Pero abuela tiene unos ovarios muy grandes y se quiso ir al rancho, dijo que quería ir sí o sí, nadie puede decirle que no. Y pues ahí está, ella está ya en paz, fue un duelo muy difícil pero lo vamos asimilando», dijo. «Di mi opinión de que no hay que dejar a mi abuela sola y menos dejarla que se vaya al rancho. Estaba viviendo en un departamento cerca de la ciudad mientras mi abuelo estaba en el hospital y dije que ahorita lo peor que puede hacer era irse al rancho y hay que estar con ella 24/7 porque ahorita es cuando más nos necesita», expresó.
«Es difícil, pero poco a poco nos vamos haciendo a la idea porque no te la crees. Yo los primeros días no podía parar de llorar, afortunadamente nos pudimos despedir de mi abuelo mientras estaba consciente; los primeros días no paraba de llorar, pero poco a poco te vas mentalizando. Ahora siento que mi abuela está más conmigo que cuando estaba en el hospital», indicó.