VIDEO: Francisca Lachapel regresa a la calle para vender ollas
Francisca Lachapel volvió a las calles de Nueva York para recordar su oficio como vendedora de ollas de hace 10 años
Detrás de la exitosa vida de Francisca Lachapel, hay una historia de gran esfuerzo y superación que muchos de los televidentes no conocen. Luego de que hace 10 años llegara a Estados Unidos, hoy vuelve a hacer el trabajo que realizó en sus inicios para revivir su historia pero esta vez con un hermoso propósito, que es el de aportar a una buena causa.
Y es que a sus 20 años, Lachapel dejó su país, República Dominicana, para residenciarse en Estados Unidos y poder perseguir sus sueños, los cuales le costaron días sin comer y arduo trabajo.
«Fueron unos momentos muy duros porque yo estaba sola. Yo pasé hambre. Lo puedo decir en un país de tanta abundancia que la gente dice que no. Yo duré un año completo con mi maleta exactamente como yo la traje de Santo Domingo porque yo no podía desmontarme en ningún lugar porque yo no sabía en el momento que me iba a ir de ahí porque no tenía dinero a veces para pagar», contó la presentadora de “Despierta América” durante su participación en Nuestra Belleza Latina.
Antes de que ella participara en el certamen de belleza, la dominicana consiguió su primer trabajo en el país norteamericano, específicamente en la ciudad de Nueva York como vendedora de ollas, y ahora, ha regresado a este oficio junto al programa “Despierta América” transmitido por Univisión con el objetivo de recoger fondos para un televidente que les pidió su ayuda.
La conductora narró su experiencia en este oficio para todos los espectadores que no se pierden el matutino y comentó cómo llegó hasta allí.
«Aquí en esta misma calle muchos de ustedes seguro me vieron, ahí yo ponía mi puestecito y vendía mis ollas. Llegué un 28 de agosto del 2010 y esto por mucho tiempo llevó comidita pa mi estómago. El día de hoy vamos a estar en este mismo lugar donde yo vendía ollas pero vendiendo ollas para una buena causa”, expresó.
Asimismo, detalló que volver a este lugar le genera demasiadas emociones pero sobre todo agradecimiento por haber podido cumplir su gran sueño.
“Son demasiadas emociones en este momento», expresó. «Mi corazón siente alegría, siente también nostalgia, mucha nostalgia. Me acuerdo de esta muchachita que andaba desde esa esquina hasta allá tratando de parar a la gente para que me diera el número de teléfono para yo ir a su casa a vender esa ollita. Me siento tan agradecida y tan bendecida porque mi Diosito me dio la oportunidad de hoy cumplir y vivir mi más grande sueño”, dijo.