Raquel Bigorra vivió pesadilla en vuelo a Cancún y envió este mensaje de despedida a su familia
Ante un posible aterrizaje forzoso, la conductora de televisión comenzó a llorar en silencio mientras rezaba
Raquel Bigorra vivió una pesadilla que no olvidará jamás al iniciar la gira junto a La Sonora Dinamita de Lucho Argaín, pues mientras abordaba el vuelo hacia Cancún, pensó que era el último día de su vida mientras lloraba por el miedo de un aterrizaje forzoso.
Resulta que el avión en el que ella iba viajando presentó una falla en el tren de aterrizaje, por lo que les avisaron a todos los pasajeros que debían hacer un aterrizaje de emergencia.
La conductora de televisión, dio todos los detalles en entrevista a TvNotas, y reveló que desde el anuncio por parte de las azafatas, comenzó a llorar en silencio y a rezar pidiendo la protección de Dios.
“Empecé a llorar en silencio, nomás se me salían las lágrimas, cada quien iba rezando y llorando en silencio en todo el avión”
Bigorra narró que el vuelo despegó muy temprano y las personas venían dormidas, pero ella se dio cuenta que las azafatas caminaban rápido y despertaban a la gente a la vez que pedían que todos se pudieran el chaleco salvavidas. Aunque pensó que era un simulacro, con el paso del tiempo cayó en cuenta que era algo más serio. “En eso una de las azafatas explicó que había una emergencia porque el tren de aterrizaje no le aparecía en la pantalla al piloto porque estaba fallando la computadora”, detalló.
Ella al estar al lado de la puerta de emergencia, sintió angustia por no saber cómo se abría y asegura que la gente fingía estar en paz al permanecer en silencio pero todos tenían la incertidumbre sobre lo que estaba ocurriendo.
“El piloto nos tranquilizó, decía que estaban capacitados y ahí respiré un poco, pero cuando escucho que nos dicen que en caso de impacto nos pongamos de tal manera, ahí ya me asusté más”
Además, contó que una noche antes su hija, Rafaella, le pedía llorando que no se fuera y luego le dieron “unos temblorones de pierna”, lo cual en medio de la situación, reflexionó que eso había sido una señal para que ella no abordara el vuelo.
Ante la terrible pesadilla que estaba viviendo, lo que pudo hacer fue escribirle por mensaje a su esposo, aunque sabía que en el momento no le llegaría el mensaje, para despedirse de él y su hija diciéndole si no lograba sobrevivir a un posible accidente, supiera que él era el amor de su vida y que Rafaella era la luz de su vida.
“Es que se sabe que cuando se impacta un avión, casi no queda nadie vivo. En eso agarro mi teléfono y le escribo a mi esposo para despedirme de él y de la niña, le dije en que asiento venía. Le mandé una selfie para que me viera, aunque sabía que en ese momento no saldría la foto, pero si llegábamos a aterrizar, le llegaría. Me puse a rezar y no sé cuánto tiempo pasó, pero yo veía que el avión sobrevolaba el mar y no se veía tierra, ahí dije que haríamos un acuatizaje. Cada vez que oía y veía algo, era peor”.
Por suerte, el avión aterrizó de forma exitosa en Cancún y la conductora pudo respirar y agradecerle a Dios. Al día siguiente regresó a casa y abrazó a su familia.