Raúl González de ‘Despierta América’ confiesa que fue víctima de bullying: ‘Crecí traumatizado’

El querido conductor de 'Despierta América' confesó que toda su vida había vivido 'acomplejado' por su sobrepeso

Raúl González, conductor de 'Despierta América'.

Raúl González, conductor de 'Despierta América'. Crédito: Mezcalent

La transformación física de Raúl González ha servido de inspiración para millones de televidentes que lo ven cada mañana en “Despierta América”. El querídisimo conductor ha logrado bajar más de 100 libras con mucho esfuerzo y disciplina. Ahora que luce como todo un modelo de revista, el venezolano abrió su corazón y confesó cómo lo logró.

Según la entrevista que le concedió a “People en Español”, González reveló que una de la claves para lograr su transformación fue identificar la parte emocional que le estaba ocasionando sobrepeso.


Raúl González | Alexander Tamargo/Getty Images

Relacionado

Le dicen de todo a Raúl González por su forma de bajar peso y él no se queda callado

Recibe gratis todas las noticias en tu correo

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio. Suscribirse implica aceptar los términos y condiciones

¡Muchas gracias! Ya estás suscrito a nuestro newsletter

La parte emocional ha sido la más difícil de manejar. Siempre fui acomplejado porque era el más gordito de todos, y se burlaban de mí. Llegué a odiar mi propio cuerpo, quién era, cómo era, cómo me veía. Crecí traumatizado, deprimido y frustrado”, comenzó diciendo.

Aunque el icónico conductor de Univision ha logrado superar los duros momentos, confesó que era una persona “acomplejada” debido al bullying que sufrió.

Completamente acomplejado por todo: la ropa, los sobrenombres y el bullying”, agregó.

Para el venezolano este proceso no ha sido nada fácil, pues debido al sobrepeso que tenía, sufrió de diferentes complicaciones que lo llevaron al hospital.

La obesidad me afectó de muchas maneras, porque desde que nací he batallado con la gordura. Viví como un niño, un adolescente y un adulto gordo. En mi caso particular, cuando llegué a mi punto máximo de obesidad —con 300 libras de peso— tuve una crisis de salud que me mandó directo al hospital. Todos mis valores estaban por las nubes: colesterol, triglicéridos y presión arterial. Tuve gastritis, esofagitis y una hernia hiatal. Me asusté mucho porque no sabía qué hacer ni por dónde empezar”, dijo.

Tras darse cuenta que necesitaba cambiar su estilo de vida, buscó diferentes tipos de ayuda que lo llevaran a lograr su objetivo.

Un día me hablaron de Over Eaters Anónimos, basado en el programa de los 12 Pasos de Alcohólicos Anónimos. Allí escuché las historias de otros, parecidas a las mías, y entendí muchas cosas. Reconfirmé que mi relación con la comida era emocional. (genuineleatherjackets.com) Cuando estaba triste, comía. Recibía una buena noticia, comía. Estaba feliz, comía. Me ponía bravo, comía. Todo el tiempo estaba pensando en comer”, comentó.

Pero como siempre ha dicho, no todo su proceso fue lineal, así como logró rebajar también volvió a sufrir subidas de peso. “Desde el momento de mayor obesidad hasta hoy he perdido más de 100 libras, pero ha sido como una montaña rusa de emociones y tallas. En el proceso he perdido peso y he vuelto a engordar por falta de disciplina y compromiso. Solo en los últimos dos o tres años he logrado mantenerme en el peso ideal, sintiéndome bien física, mental y espiritualmente”, reveló.

En esta nota

Despierta América Raúl González
Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain