Alejandra Maldonado habla sobre la traumática experiencia de haber presenciado el suicidio de un novio
Afirma que esa fue definitivamente la peor experiencia de su vida
Recientemente en una exclusiva con el programa insignia de Paty Chapoy, la actriz regiomontana, famosa por telenovelas como Rosa Salvaje, Tres Destinos y Pobre Diabla, Alejandra Maldonado, abre su mente y su corazón para soltar los sentimientos que le acarrearon el ser testigo del suicidio de uno de sus amores, cuando tenía tan sólo 17 años de edad, evento que la dejó marcada y que la hizo pasar por una terrible depresión que la vio afectarse en su salud física y emocional.
Fue cuando yo tenía 17 años, era una niña… me marcó, me marcó pa' toda la vida y me quedé marcada para toda la vida con esas culpas espantosas, que uno no tiene nada que hacer, no puedes hacer nada por más que platiques por más que dices… Yo traté de quitarle la pistola, en un momento dado forcejeamos incluso con ella y a lo mejor me pudo tocar a mi el balazo"
Además la también presentadora de 52 años, indica que el motivo fue precisamente porque luego de algunos problemas y desequilibrios socio-emocionales, aquel amor la había amenazado con quitarse la vida de no querer casarse con él, cosa que la actriz dio largas para tratar de ganar tiempo, y luego de dejar en claro que no quería llegar al altar de su mano, el individuo no dudó en llegar a ponerle fin a sus días.
Fue tanto el impacto emocional para ella que tuvo que ir a terapia, misma que sigue llevando hasta hoy, porque carga con la culpa de aquella tragedia.
Fue mi primer novio en todos aspectos, estuve con él; fue una persona muy querida para mí aunque me llevaba 10 años, él tenía 28 años y yo 17…"
Algo que caracteriza a la actriz es su fuerza para hacer frente a las adversidades, como el caso de su diagnóstico por esclerosis múltiple, misma que también pegó en su autoestima, pues se vio obligada a usar un pañal para enfrentar la incontinencia, y aunque cayó en la más profunda depresión de su vida, no le impidió el poder levantarse, hasta llegar a ser la mujer fuerte y experimentada que hoy mismo es.