Don Omar habló como pocas veces de su misteriosa esposa
El cantante puertorriqueño abrió su corazón en una entrevista y confesó cómo se aferró de su esposa para superar el cáncer de riñón que le diagnosticaron
Don Omar habló sobre el cáncer de riñón que le diagnosticaron este año, pero que por fortuna ya libró tras una cirugía de extirpación del tumor que se encontraba en etapa uno. Aunque ya está libre de la enfermedad, en su momento el cantante sufrió el proceso en silencio y la única que sabía era su esposa, cuya identidad se desconoce.
En una reveladora entrevista para People en Español, el cantante confesó que solo quiso revelarle su diagnóstico a su pareja y, aunque aparentó ser fuerte delante de ella y de todos, admitió que sintió temor por su vida.
“Un día me levanté y la realidad de que tenía cáncer me tocó. Esa realidad me tocó con todas esas caras de las personas que he perdido por cáncer. Nunca quise entablar una discusión con Dios, no quería preguntarle ‘¿Por qué a mí? Ah, ¿por qué a mí, yo que soy tan bueno?’ No», contó.
«Desde que a mí me dieron mi veredicto, desde ese momento, empecé a guardarme todo. Como la única que lo sabía era mi esposa, yo no quería que mi esposa se desplomara. Entonces yo sentía que tenía la responsabilidad de actuar fuerte, pero realmente por dentro me estaba muriendo del miedo”, agregó.
Don Omar: “Sin mi esposa yo no lo hubiera logrado”
El reguetonero confesó que su esposa fue una gran motivación para continuar con una actitud positiva durante la enfermedad.
“Sin mi esposa yo no lo hubiera logrado, yo tenía mucho miedo. Todo, todo, fue el soporte. Yo no tenía con quien hablar y sé que ella dentro de todo se dedicó a escucharme, a escuchar si tenía miedo, a escuchar que no me quería morir, y siempre escuché lo mismo: ‘Todo va a estar bien’”, relató.
Tras superar el cáncer de riñón, Don Omar reflexionó sobre la empatía y confesó que ahora comprende las situaciones complicadas que otros atraviesan. Asimismo, aseguró que aprovecha cada día para apreciar cada momento que vive con su esposa e hijos.
“Hoy un día con mi familia es esa misma intención de seguir estando a su alrededor, sin la necesidad de ser el epicentro ni el centro de la atención. Yo aprendí a ponerme en los zapatos de otra gente. Aprendí a ponerme en los zapatos de quien lamentablemente tiene un diagnóstico de cáncer que no tiene cura”, dijo el puertorriqueño.
“Me puse en los zapatos de quien aun teniendo un tratamiento de cáncer que puede tener cura, quizás no tiene los recursos financieros. Se aprende mucho”, agregó.
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